*Los mandos medios relacionados con el polémico caso se lograron colocar como fiscales de secuestro en los gobiernos de la CDMX y Puebla. Hay un escándalo en puerta.
Ciudad de México.- La historia basada en dos casos de secuestro, de la serie documental mexicana “Duda razonable” producida por Netflix, se ha convertido en un tema de discusión, entre quienes condenan el actuar de las autoridades; y los que aseguran que detrás de tanto drama existe una verdad oculta, no del todo clara.
Una vez más se muestra el deficiente sistema de justicia mexicano, dice la crítica; pero a pesar de lo que queda en el aire, asalta una pregunta que debería ser respondida: ¿Dónde están ahora los “villanos” de la historia? ¿para quién o quiénes están trabajando?
SE COLOCAN EN PUEBLA
La principal señalada es la entonces Fiscal del Ministerio Publico de la Vicefiscalía de Alto Impacto, de Tabasco, María del Rosario del Delfin, de quien se han vertido cientos de comentarios un tanto agresivos en redes. Siempre se le ve acompañada del también Fiscal de Secuestro en esos ayeres, Juan Francisco Vera Ayala.
Los dos, tanto Delfín como Vera Ayala, ahora hacen equipo en la Fiscalía General del Estado de Puebla, tal y como lo exhiben medios de esa localidad, cuestionando su permanencia en los cargos, sobre todo porque repiten en temas de atención al secuestro.
Al momento ni la señalada ni el Fiscal de Secuestro en esa entidad han pronunciado ningún comentario sobre su participación en el documental filmado en Macuspana.
LA MANO DE HARFURCH Y SHEINBAUM DE POR MEDIO
César Oliveros Aparicio, otro protagónico en Duda Razonable, aunque nunca se ve su imagen, era responsable de la vicefiscalía de Alto Impacto en la pasada administración de Tabasco durante el gobierno de Arturo Núñez Jiménez. Colocado en el puesto dada la relación de ese gobernador con el gobierno federal a propuesta del entonces jefe policiaco Omar García Harfurch.
Se sabe que Oliveros ahora se desempeña como Fiscal Central de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, cargo que le fue conferido por Claudia Sheinbaum Pardo, al darle la confianza del manejo de personal a su titular de Seguridad y Protección Ciudadana.
SIN PISTAS DEL EXFISCAL NI DEL EXTITULAR DEL PODER JUDICIAL
De lo que se sabe poco es del paradero del exfiscal de Tabasco, Fernando Valenzuela Pernas, quien se tiene solo el conocimiento que se alejó de la vida pública y se desempeña como catedrático de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, aunque, tiene una denuncia en su contra por ocultar durante 2018 el registro de 13 mil 219 delitos cometidos en la entidad, y que a raíz de ello, no fueron contabilizados en las cifras de incidencia delictiva que publica el Sistema Nacional de Seguridad Pública. La denuncia fue interpuesta por la administración actual, la cual sigue firme y en proceso.
El que fuera magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, Jorge Javier Priego Solis, es notario y no volvió a la actividad pública. Su enfrentamiento contínuo con el que era su personal se vio reflejado en un reciente accidente automovilístico que sufrió, del que salió ileso, pero recibió muchos comentarios negativos por quienes en las redes decían conocer su tempramento.
¿Y EL ABOGADO?
Por otra parte, el litigante principal durante la trama, Andrés Andrade Téllez, quien fue el foco principal en varios capítulos, aún por encima de los encarcelados, ahoca se sabe que fue designado en un puesto en la capital del país junto al director del Centro de Inteligencia Nacional (CNI), agencia mexicana dependiente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que dirige Audomaro Martínez Zapata.
Martínez Zapata ocupó el cargo de Secretario de Seguridad Pública de Tabasco en la pasada administración con Arturo Núñez Jiménez, razón a la que se atribuye que desde un inicio se dieran facilidades para la filmación del documental.