Para su debut en el Auditorio Nacional el standupero Daniel Sosa estrenará Treinta, un espectáculo en el que, como treintañero, reflexiona con humor sobre los cambios que muestra su cuerpo en esta etapa que goza y resiente, como el hecho de ser la generación que vivió el cambio del teléfono inalámbrico al celular con aplicaciones.
Con la presentación del próximo 5 de septiembre, arranca su tour internacional 2023, abarcando México, Estados Unidos, y países de Sudamérica y de Europa. En esa función tendrá como invitados a Sofía Niño de Rivera, Sandro Ruiz, y Javier Ibarreche, además de una participación sorpresa.
Con 12 años de carrera en la comedia, el standupero cuenta en entrevista con El Sol de México que el género ha ido creciendo en nuestro país. “Cuando yo me inicié éramos contados con los dedos, nos consideramos pioneros, ahora hay muchos que se dedican a lo mismo”, señala.
“Me inicié con Sofía Niño de Rivera y Héctor Suárez Gomís, éramos chavos. Yo entré a los 18 años, ahora tengo 30; mi peculiaridad es que soy uno de los más jóvenes standuperos que han actuado en el Auditorio Nacional”.
Daniel Sosa, quien asegura que hace comedia de autor, adelanta sobre su espectáculo: “abordo cosas de mi vida personal. Esa es la característica entre nosotros, cada uno habla de su experiencia en cuestión laboral, de amistad”.
En sus rutinas, agrega quien reconoce tener influencias tan diversas como Eugenio Derbez, Adal Ramones, René Franco, Cantinflas, Tin Tan o Pedro Infante, “me muevo como pez en el agua en los escenarios hipotéticos, me gusta descontextualizar, hacer comparaciones de distintos tipos de tren de ideas para conjuntarlo en una gran idea”.
En Treinta proyecta su vida actual, “estas vicisitudes de tener una edad en la que no eres ni tan joven, ni tan viejo; y sin embargo, pretendo buscar un mensaje positivo en las nuevas generaciones”, apunta; el show lo tiene listo desde principios de año, aunque lo sigue puliendo antes de arribar al Auditorio Nacional.
“La crítica del show va en torno a este cambio generacional de la gente de los 90, estamos en una era en la que la conexión digital es demasiado rápida, la aprovechamos, pero estamos dejando atrás valores importantes, como el hecho de entablar una conversación de dos personas cara a cara, la capacidad de interacción social física, no por medio de un dispositivo”.